Leer un libro es una aventura fascinante. Pero no lo es menos su poder de evocación. El nivel de interés aumenta en la medida en que nos identificamos, no solo con la historia que se nos cuenta, sino también, con la forma en que la viven algunos de sus personajes.

Una vez que el hechizo se ha consumado, trascendemos sus páginas para dar carta de realidad a todas esas emociones. Tanto es así, que a veces, nos embarga una imperiosa necesidad de buscar la posible adaptación cinematográfica de la novela que estamos leyendo y así poner cara a los personajes y situarlos en su contexto espacio-temporal. En un continuo deseo de enriquecer nuestra experiencia lectora, escudriñamos en la biografía del autor o autora para conocer las causas y los motivos profundos que les habrían arrastrado a escribir esa historia y no otra. En definitiva conocer para comprender y entendernos.
A partir del relato de algunas novelas, se han diseñado rutas literarias exitosas, a veces con caracterizaciones de los personajes, por los lugares reales en los que se sitúa la trama. “Entre costuras” de María Dueñas con recorridos que incluyen visitas en Tánger y Tetuán o la “La feria de los discretos” de Pío Baroja por la ciudad de Córdoba son dos buenos ejemplos de ello.
Pero las historias narradas en los libros tienen también su propia banda sonora. ¡Los libros suenan! Me refiero con ello a los intérpretes, instrumentos, canciones y músicas citados. Oír estos temas musicales, leer o escuchar detenidamente las letras de las canciones… es sin duda un placer añadido.
Además, si podemos compartir todas estas sensaciones con otras personas a través de la pertenencia a un Club de Lectura…, “la aventura de leer” será mucho más enriquecedora.
Desde estas “páginas”, deseo compartir ese aspecto multisensorial y en concreto musical de los libros en la creencia de estar contribuyendo a un disfrute que, “metaversos” aparte, nos ampliará horizontes más allá de la propia actividad lectora.


Querido Benito. Tu propuesta creativa me parece una aventura sensorial fascinante., Todas las emociones tienen su banda sonora, y abrir las páginas de un libro es como experimentar la vida desde muchas perspectivas posibles.
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