«Plata quemada» de Ricardo Pligia.

“La suerte es rara, la precisa llega cuando nadie la espera.”

La novela narra una historia real. Se trata de un caso de la crónica policial que tuvo como escenarios Buenos Aires y Montevideo en 1965. En septiembre de ese año una banda asalta un banco en San Fernando, provincia de Buenos Aires. También participan varios políticos y policías que se harán con su parte del botín una vez que el robo haya funcionado. El plan se cumple. Sin embargo, en la huida, los maleantes deciden traicionar a sus socios y escapar con toda la plata. La policía no lo va a permitir.

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Ricardo Piglia nos propone dos interesantes referencias musicales. La primera, con nombre de tango la tenemos en Fontán Reyes, personaje tomado de la vida real, cantor y la segunda, en el grupo de rock apócrifo, Head and Body, álter ego de Tom Waits.


Ricardo Piglia (1941-2017) fue un escritor y ensayista argentino, reconocido por su obra literaria y las aportaciones a la teoría literaria y cultural. Aunque Piglia no fue músico de profesión, la música es un tema recurrente tanto en su obra literaria como en sus ensayos.

En sus novelas, Piglia utiliza la música como un elemento que da forma a la trama y al desarrollo de los personajes.

En «Plata quemada», la música es un tema relevante en la historia de un grupo de delincuentes que intentan robar un banco en Buenos Aires.

En otras obras del autor como “Respiracion artificial”, la música también juega un papel importante. Asi, uno de los personajes del libro toca en una banda de jazz y utiliza la música como una forma de expresión y resistencia ante la dictadura militar.

Piglia también escribió ensayos sobre la música y su relación con la literatura y la cultura. En «Música y literatura», señala que la música es un lenguaje universal que trasciende las barreras del tiempo y del espacio, y que la literatura puede aprovecharse de ese poder para transmitir ideas y emociones. En otro ensayo, «La música de Borges», Piglia analiza la influencia de la música en la obra de Jorge Luis Borges y señala la importancia de la misma en la literatura.

«Mr. Siegal» (Heartattack.1980). Tom Waits.

Pulsar sobre la portada del disco para escuchar la versión de estudio.

En “Plata quemada” Pligia nos cuenta como la banda musical Head and Body graban un disco de vinilo a mediados de los míticos años 60 a 45 r.p.m que contiene las canciones “Brave Captain” y “Parallel lives.” Pero si el nombre de la banda y las canciones son una invención, no lo es el contenido de sus letras. Ambas, reproducen literalmente el texto de “Mr. Siegal”, composición de Tom Waits incluida en su album Hearttatack & Vine (1980) y en el recopilatorio de 2001, Used Songs 1973-1980.

El Nene dio una vuelta por el bulín, miró las ventanas que daban a un patio interior, el pasillo que desembocaba en la escalera.
—¿Arriba que hay?
—Otro piso y una azotea. —Buscó atrás de la cama y salió con un disco de 45 revoluciones—. A que te gustan los Head and Body…
—¿Qué sos, telépata?… Claro, me gustan más que los Rolling…
—Sí —dijo ella—. Son bárbaros, son brutales.

Del fondo sacó un Winco y puso el disco en el plato. Era un disco con dos temas de los Head and Body (los temas eran «Parallel lives» y «Brave Captain» y la chica los venía escuchando desde hacía meses, todo el tiempo, sin parar, siempre los mismos, de un lado y del otro y ya estaban un poco rayados).
-¿Lo escuchamos?
Claro… -dijo el Nene.
-Este es el único que tengo -dijo ella.
Empezó a sonar «Parallel lives» a todo lo que daba y ellos movían su cuerpo al compás de la música y fumaban el puchito de marihuana hasta quemarse los labios con la brasa. Se oía el ruido de la púa en el tocadiscos barato pero igual la música vibraba obsesivamente y los dos empezaron a hacerle coro al rock and roll y a cantar en inglés.

I spent all my money in a Mexican whorehouse
Across the street from a Catholic church.
And if I can find a book of matches
I’ goin’ to burn this hotel down…

Gasté todo mi dinero en un prostíbulo mexicano al otro lado de la calle de una iglesia católica. Si puedo encontrar una caja de fósforos, voy a quemar este hotel.

El escenario que describe Tom Waits en Mr. Siegal es similar al descrito por Ricardo Piglia en la novela. De tal manera, que podría pensarse que en alguna medida, el texto de la canción (1980) inspiró el relato del libro (1997). Un mundo de violencia, drogas y crímenes que gira en torno a la figura del mafioso estadounidense Mr. Siegel, en el que solo es posible la huida hacia adelante mientras se espera y desea el final liberador (And if I can find a book of matches I’ goin’ to burn this hotel down…).

«Cantaban la chica y él, haciendo fonética, en un inglés salvaje, a los gritos siguiendo la música, alegres y furiosos.

Cuando el disco terminó, el Nene se acostó junto a ella en la cama revuelta y le tomó la mano (que estaba muy fría) y la oprimió contra él con una sensación de extrañeza y de pérdida. Después cerró los ojos.
—Buscas algo que no conoces y entonces caes en la desesperación —dijo ella y luego tarareó el otro tema (« Brave Captain» ) de los Head and Body que sonaba con fuerza como una versión más dura y más feroz de la vida que estaban viviendo.
You got to tell me brave captain. —Cantaba ella—. Why are the wicked so strong.

Tienes que decirme valiente capitán ¿Por qué los malvados son tan fuertes?

Varias veces pararon y volvieron a fumar y a escuchar el disco de los Head and Body y al final ella se dio vuelta desnuda y se sostuvo en el marco de la ventana, con el culo alzado, de espaldas.

A partir de esa tarde, durante la semana siguiente, de vez en cuando la iba a ver al café del mercado y se quedaban en el departamento vacío. Siempre tocaba aquel disco de los Head and Body, siempre los dos temas, que se sabían de memoria y fumaban un poco de hash y hablaban hasta quedarse dormidos. Él empezó a dejarle plata, que ella aceptaba con naturalidad.

— Nena —dijo el Nene y le habló a la imagen de la muchacha en la pantalla.
— Tranquila, flaquita, no hablés de más.
— Ella lo miró de frente, desde la pantalla, y el Nene se arrastró hasta el fondo y puso el Winco con el disco de los Head and Body.

And if I can find a book of matches
I’goin’ to burn this hotel down…

Cantó el Nene el coro de « Parallel lives».

Escuchar la versión en directo de Mr. Siegal. Letra de la canción.

Fontán Reyes. “Esta noche de copas” y “Noche de locura.”

Fontán Reyes, personaje real y de ficción en la novela, nació en San Fernando (Buenos Aires) en 1925. Fué un cantor de tangos de voz agradable y afinada. Tuvo una carrera profesional corta y turbulenta, debido a las drogas y al atraco del Banco de la Provincia. Debutó con el cuarteto del bandoneonista Alfredo Ponce. Por entonces utilizaba el nombre artístico de Alberto Moreno. En 1950 se incorpora a la orquesta de Juan Canaro. Sigue actuando como solista. En 1957 registra su nuevo nombre artístico en un concurso que la firma Dinamix presenta en Radio Splendid. Resulta vencedor y de inmediato se incorpora a la Orquesta de Edgardo Donato. Canta en el conjunto de Emilio Orlando. Estará 4 meses con Héctor Varela y luego pasa por los conjuntos de Osvaldo Manzi, y finalmente canta con la agrupación del fueye Celso Amato.

El entregador era un cantor de tangos que se hacía llamar Fontán Reyes.

Fontán Reyes era su nombre artístico, su verdadero nombre es Atir Omar Nocito y tiene treinta y nueve años, había cantado en la orquesta de Juan Sánchez Gorio y había actuado en radio y en televisión, incluso llegó a grabar un disco con dos tangos, « Esta noche de copas» y « Noche de locura» , acompañado por el pianista Osvaldo Manzi. Su momento de mayor gloria fue en los carnavales del 60, cuando debutó con Héctor Varela como el sucesor de Argentino Ledesma. Enseguida empezó a tener problemas con las drogas. En junio viajó a Chile formando dúo con Raúl Lavié pero al mes se le terminó la voz y quedó afónico.

Demasiada cocaína, pensaban todos. Lo cierto es que tuvo que volver y empezó a andar en la malaria y terminó cantando en una cantina de Almagro acompañado con guitarras. Últimamente había tenido algunos bolos en festivales, bailes de clubes y recorridas por piringundines del Gran Buenos Aires.

La suerte es rara, la precisa llega cuando nadie la espera.
Su ilusión es dar el golpe de su vida, cobrar y levantar vuelo, empezar de nuevo, en otro lado (cambiar de nombre, cambiar de país), piensa poner, con esa plata, un restorán argentino en Nueva York y trabajar con la clientela latina. Una vez pasó por Manhattan con Juan Sánchez Gorio e hicieron capote en el « Charlie» de la calle 53 West, un restorán que regenteaba un cubano loco por el tango. Necesitaba la plata para instalarse porque el cubano le había prometido ayudarlo si llegaba a Nueva York con capital, pero todo era cada vez más peligroso porque se había tenido que mezclar con estos tipos que parecían alucinados, como si estuvieran siempre pichicateados.

Fontán Rey es era un tipo elegante, con unos kilos de más y la cara alucinada de los drogadictos

Escuchamos el conocido tango de 1958 Esta noche de copas (Howard y Contursi), interpretado por la orquesta de Héctor Varela y el propio Fontán Reyes.

Respecto a Noche de locura (Sucher y Bahr), no hemos conseguido encontrar grabación alguna en la voz de Fontán Reyes. En su lugar, escuchamos la versión de Charlo, de 1954.

Letra de «Noche de locura«
Música: Manuel Sucher Letra: Carlos Bahr

¡Deja el vaso de licor, no pienses tanto…! ¡Ven y miénteme esta noche tu pasión! El olvido esta tentándome en tus labios y enloquezco de recuerdos y de alcohol. ¡No, no bebas! ¡Ven y bésame! ¿Que esperas…? Emborráchate de amor igual que yo. Que te puede ya importar, si nada entregas. Si también tú, tienes muerto el corazón.
Deja la copa,  dame tu boca y atúrdeme de amor en vez de alcohol. ¿Por qué es que no me besas…? No tengo a dónde ir y allá en la pieza me esperan los demonios del rencor. No, no estoy loco, muerde mi boca y déjame creer que esto es amor.
El olvido esta tentándome en un guiño  desde el fondo de tus ojos de carbón, y en la cita sin razón del desatino, hace fácil su locura, la pasión. Ven y ayúdame a olvidar entre tus brazos con la trágica mentira de este amor que en el nuevo amanecer se ira borrando con la noche de locura en que nació.
Letra de «Esta noche de copas«
Música: Juan Carlos Howard Letra: José María Contursi

Esta noche de copas, amigos, tengo ganas de echarme a llorar. Me lastiman las notas del tango que muerden mis penas en este lugar. El alcohol no consigue alejarme de sus ojos y mi soledad. Esta noche de copas, amigos, me aturden las ganas de echarme a llorar.
Me acusan  las cosas mías ya muertas y su voz ante mi puerta suplicando mi piedad. No supe reconocer mis engaños tras el paso de los años y hoy la extraño más que nunca. Lo juro, la iré a buscar como loco destrozándome de a poco, hasta poderla encontrar.
Yo no quiero amargarles la noche,  pero todo es más fuerte que yo. Cien puñales desgarran la herida de mis sentimientos y mi corazón. Ella trajo sosiego a mi vida, tantas cosas su amor me enseñó, si pudiera volver a su lado, besarla en los ojos, pedirle perdón.

La mención de “La cucaracha” en la novela, un corrido mexicano que se popularizó durante la Revolución Mexicana y que a menudo es interpretado de manera jocosa o irónica en contextos de resistencia o supervivencia, suma una dosis de ironía y crítica social al relato. La ligereza o trivialidad de la canción contrasta con la gravedad de la situación del Nene.

“Se arrastró, el Nene, por el piso, por los pasadizos invisibles del departamento, cruzando las puertas, hasta llegar a la cocina y luego se trepó a la mesada y metió la mano y encontró la lata, el olor dulce del hash. La cucaracha, la cucaracha, volvió cantando el Nene, ya no puede caminar, porque le falta, porque no tiene, le pareció oír al radiotelegrafista, a Roque Pérez, en algún lugar del edificio alguien cantando ese corrido mexicano de la época de la guerra civil.”

La audaz, rompedora y original versión que hizo de “La Cucaracha” Lila Downs.

La versión de Lila Downs, cantante y compositora mexicana con una especial habilidad para fusionar géneros musicales tradicionales mexicanos con elementos modernos, no es solo una interpretación musical, sino también una recontextualización de este famoso corrido.

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